La desobediencia hortícola se extiende por Canadá y Estados Unidos. En contra de las ordenanzas municipales que exigen el 'cuidado' del jardín (AKA césped pero que no crezca mucho) cada vez son más las viviendas que optan por una solución basada en plantas nativas que exigen menos cuidado, menos agua y aumentan de forma notable la biodiversidad.
¿El problema? En muchos lugares esta mejora indudable de la calidad del suelo, la estética, el clima o la preservación de agua puede ser ilegal.
Recordemos que a Burhan Chowdhury, anciano de 72 años y con cáncer, en Michigan le condenaron por no cortar su césped.
https://www.washingtonpost.com/nation/2022/01/12/michigan-judge-cancer-lawn-krot-chowdhury/
Sí, para gente jubilada los huertos son geniales. A menos que hayan trabajado en el campo, en cuyo caso (créeme, me ha pasado) recibirás insultos por proponerles algo similar.