Voy a jugar a pegar aquí las notas que voy tomando de 'Escaping the housing trap, the Strong Towns response to the housing crisis'
Empezando con cuál es la crisis actual: la inasequibilidad de la vivienda o falta de vivienda asequible.
Cuando la sociedad conversa sobre la crisis de la vivienda, con frecuencia se tienen diálogos disfuncionales y absurdos porque, aunque se quiere que la vivienda sea asequible, también se quiere que la propiedad no se devalúe. Lo cual es un imposible. Si la vivienda es accesible, el precio es bajo.
Pero en Estados Unidos, la sociedad está dividida. El 43 % de los estadounidenses quieren que los precios de las viviendas de su entorno aumenten, mientras que el 41 % quieren verlos bajar.
«Somos la primera cultura que se encuentra con que tiene una falta crónica de vivienda»
Hace un siglo, algo como la 'falta de vivienda' no tendría sentido. Compras los ladrillos y construyes. Sin embargo, hemos construido un marco normativo tan estricto que, por un lado, no permitimos la auto-edificación; y, por otro, no permitimos la construcción de vivienda asequible. El resultado es que la vivienda se ha convertido en un lujo.
Las ciudades han crecido históricamente mediante un efecto de disco de Petri (Petri-dish effect), orgánicamente desde un núcleo cada vez más valioso a medida que más periferia lo convertía en lugar de paso hacia otros lugares.
Decimos 'valor' y pensamos en 'dinero', pero ese valor no es únicamente económico, y tradicionalmente es relativamente nuevo.
Desde que tenemos registros fiables, podemos atribuir un valor monetario a ese 'valioso', aunque este patrón existía mucho antes de la invención de la moneda, el nacimiento del capitalismo y la ligadura entre el valor del suelo y la fiscalidad.
Cabe destacar que en USA este modelo ya no es tan válido, dado que las ciudades no son céntricas, y a veces ni siquiera son policéntricas, y de 'urbe' tienen poco. Se trata de extensiones residenciales sin centro que se extienden de horizonte a horizonte, y donde 'lo más caro' es 'todas partes a la vez'.
Si ahora el precio es 100, y 100 es mucho, la vivienda tiene que valer menos para ser adquirida. Digamos 90. 90 es menos de 100, y eso ya es una devaluación. Precios estáticos en un mercado inflado sigue teniendo el mismo problema, aunque no tan grave como que los precios no dejen de subir.
La vivienda tiene que perder valor para ser asequible, porque está demasiado alta.
@euklidiadas Como la vivienda con su agüita corriente pa beber y lavarse, su enchufito para cargar el móvil, su armarito para tener al menos una muda que ponerse, etc, no deja de ser un bien de primerísima necesidad, la situación al final se traduce por ejemplo en precarización habitacional, (en vez de alquilar una casa alquilas una habitación, o el derecho a echar un saco de dormir en una esquina de la misma), en penalizaciones temporales y económicas (ya no vivo donde quiero ni donde necesito, sino donde me lo puedo pagar, y pago un peaje en tiempo y dinero para ir y volver todos los días por ejemplo de casa al trabajo -por no mencionar el coste ecológico-) etc, etc...
@euklidiadas Si estoy de acuerdo contigo, pero igual llevo 25 años pensando lo mismo y la cosa no ha parado de subir. De algún modo es una burbuja tan atractiva que por ridículo que parezca no deja de atraer constantemente nuevos capitales con mayor capacidad de adquisición o dispuestos a pagar más aún por el mismo producto. Obviamente esto deja fuera de la ecuación a un número cada vez mayor de los usuarios naturales de la vivienda, que somos los humanos de a pie, pero eso parece no importarle mucho a nadie.