Estamos asistiendo a lo que parece un fenómeno pre-inflacionario en la adopción energética de los sistemas soportados por chat-IA/ML. De momento, por mucho que nos sorprendan, siguen siendo rudimentarios, fallan más que una escopeta de feria y solo los muy frikis les damos un uso integrado en nuestros patrones de creación de contenido. En una década serán ubicuos. Esto es como cuando nació el ecosistema de las app de los teléfonos móviles. Un año no existían, y 10 años después estaban en la mitad de las casas del planeta.