«En igualdad de condiciones, el grado de desarrollo cultural varía directamente con la cantidad de energía per cápita por año aprovechada y puesta a trabajar»
Esta frase podría ser de ayer, pero la enunció el antropólogo Leslie White en 1943, siete años antes del trabajo de Turing sobre la capacidad de mímesis de las máquinas. Hoy es de aplicación con sistemas GPT.
Vaclav Smil rescata esta frase en su libro 'Energy and civilization' (2017) agregando que «Con cada refinamiento del acoplamiento del flujo de energía se ha producido un refinamiento en los mecanismos culturales».
Se vienen cositas.
Estamos asistiendo a lo que parece un fenómeno pre-inflacionario en la adopción energética de los sistemas soportados por chat-IA/ML. De momento, por mucho que nos sorprendan, siguen siendo rudimentarios, fallan más que una escopeta de feria y solo los muy frikis les damos un uso integrado en nuestros patrones de creación de contenido. En una década serán ubicuos. Esto es como cuando nació el ecosistema de las app de los teléfonos móviles. Un año no existían, y 10 años después estaban en la mitad de las casas del planeta.