¿Alguna vez has escuchado que lo que necesitan los municipios satélite o dormitorio son carreteras para llegar a su trabajo en la ciudad que orbitan?
Esta visión del siglo XX es, por decirlo de algún modo, limitada y corta de miras.
Obviamente, conectar municipios puede ayudar a la movilidad del trabajo, pero a medida que aumenta la velocidad entre satélites y 'la ciudad', esta gana peso relativo de trabajo y los satélites se alejan más sobre el mapa. Se produce dispersión y los trabajos dentro de los satélites reducen su viabilidad.
Lo que se percibe como una necesidad "si no construimos una nueva carretera no podremos acceder a nuestros trabajos en la ciudad", en realidad es una profecía autocumplida: construir esa nueva capacidad vial ayudará a la ciudad a retener ese talento orbitando a su alrededor, y apuntalará el municipio periurbano como ciudad dormitorio y erial laboral.
Es fascinante cómo, sabiendo lo que sabemos, los planificadores urbanos se empeñan en ignorar los datos y estudios de alta calidad que se remontan a un siglo para tratar de satisfacer una demanda que solo se construye a sí misma. 🙃