Una semana despuĂ©s de tener bicicleta elĂ©ctrica, he dejado de usar mochila. Durante más de dos dĂ©cadas ha sido mi signo distintivo. Yo era "el de la mochila". Generalmente tocha, de grandes dimensiones, equipada con todo aquello que uno pudiera necesitar a lo largo del dĂa. El ordenador, el tuper con la comida, unos bolis, un cuaderno, la cantimplora de agua, algo para picotear a media mañana, alguna sudadera colgada...
Ahora, todo eso irá en la bicicleta. Y en unos dĂas me llega una caja para poner en el portaequipajes.