La gente se sorprende de que haya tenido tantos trabajos profundamente diferentes, pero es que me siento absolutamente incapaz de no entrar en territorio desconocido. Me aburro en el curro, y me cambio. Es superior a mí.
Mis dos primeros trabajos fueron profesor de dibujo técnico y socorrista, ambos para poder pagarme la carrera.
Aunque esta era de ingeniería mecánica, me saturó durante su estudio y entré a una ingeniería de telecomunicaciones.
Cuando aquello se me volvió insoportable cambié a una empresa de reducción de consumos mediante mediciones de red.
Mientras tanto, me hice escritor. Publiqué tres libros que ahora odio.