Tuiter, un año y medio después, es un erial desprovisto de vida, un pueblo fantasma habitado por bots que hablan con bots, el cadaver en descomposición de lo que fue el ágora de internet, hoy desprovisto de significado y propósito.
Durante 3 días la empresa de ciberseguridad CHEQ monitorizó el tráfico de Tuiter. Tres cuartas partes eran bots, comparado con el 3% de otras redes. Uno de cada diez era un bot porno.
Let that sink in (pun not intended). Tres cuartas partes del tráfico generado en Tuiter son cuentas falsas, bots automatizados para viralizarse y, en buena parte, estafar a la gente. Bots que usan IA para generar imágenes, texto y contenido general, dándose likes y respondiéndose los unos a los otros. Tres de cada cuatro tuits, falsos.
Llevo en internet desde los albores de los tiempos, y nunca había visto nada similar ni en mis más distópicas pesadillas.
@eldadoinquieto @Shine_McShine
Y cuyo precio, que no coste, pagan los anunciantes. El precio ambiental lo pagamos todos. 🥴
@euklidiadas
Pues sí
@Shine_McShine