Pues así estamos, entrando fuerte en 2024. ¿Cómo de fuerte? Pues, aproximadamente, una tonelada de metal y plástico a 70 km/h, circulando por una carretera urbana con bastantes aceras laterales.
El móvil moderno tuvo su explosión hacia 2007, aunque las campañas para el no uso del mismo al volante no eran nuevas. Hacia 2010 era evidente que el smartphone suponía un grave problema de seguridad al volante, con foco en conductores y conductoras inconscientes, ignorantes, descuidadas, idiotas, egoístas, o todas las anteriores.
Seguimos comportándonos como si la vida de los demás tuviese menos valor que enviar un puto mensaje de texto.
@euklidiadas Precisamente por este tipo de personas nunca triunfará el coche autónomo. El coche autónomo necesita que todos respeten las reglas y normas de tráfico porque no admite imprevistos ocasionados por terceros.