Quienes más conducen y más coches tienen son también quienes más dinero tienen. Por otro lado, el que trabaja no necesita un turismo grande ni con un Cx bajo. Poner coste al volumen, peso o baja eficiencia beneficia precisamente a los más pobres, que hacen uso de medios como el transporte público o conducen (cuando conducen) coches más pequeños y baratos.