Desde el punto de vista de los microorganismos —por cierto, este es su planeta, no el tuyo— no eres más que un mecanismo de distribución de energÃa, calor y posibilidades autoportantes.
Merece la pena considerar algunos de estos hechos para darnos cuentas del 'papel' que jugamos como animales, a menudo eclipsado por ese mecanismo de retroalimentación al que llamamos consciencia y por el que nos hemos autoproclamado de lo más importante de por aquÃ.
Spoiler: no.