Milei es un fenómeno salido de los algoritmos de la comunicación sistémica (los fiacas lo reducen a "redes sociales"). El modo que tienen los periodistas de comprenderlo es recurriendo al moco sustancial de la Argentina (el peronismo como substratum aristotélico; ver prompt) y derivar entonces que es el producto emancipado de la financiación massista. A esta pirueta, el pedante ontológico de Jorge Asís lo llama "Pícaro". Ningún siglo de oro. Para ser un pícaro hay que saber narrar en primera persona (Milei plagia); hay que ser realista (Milei practica el delirio); y no ascender.
Milei, en cambio, se salió con la suya.