La falta de regulación en el precio de la #vivienda tanto en alquiler como en compra ha dado lugar a miedos completamente irracionales sobre mejora de calidad de vida localizada y miedo a expulsión (gentrificación):

No poca gente pide que NO se invierta en zonas verdes, que NO se limiten las plazas de aparcamiento, que NO se instalen fuentes públicas, que NO haya negocios a pie de calle, que NO se peatonalice... porque de ese modo se podría 'gentrificar' la zona.

Esta gente tiene miedo a un aumento localizado de la calidad de vida que de como resultado un fenómeno de expulsión de las clases bajas.

(sigue) #urbanismo

Bajo esta óptica, pareciera que las personas más pobres tuviesen que elegir entre vivir en entornos altamente degradados o en lugares alejados de los espacios en los que existe trabajo, y que tuviesen que pagar un precio por pobre en forma de servicios mermados o directamente nulos.

La cosa es que el mensaje ha calado, y existen no pocas protestas "anti-gentrificación" (en la base: ante mejoras urbanas sobre higiene, acceso a zonas verdes, sombra, biodiversidad, comercio local o bajo coste de movilidad) que debieran estar dirigidas al problema de base: el fenómeno de expulsión se debe a la desregulación inmobiliaria.

(sigue)

Si fijas un tope de precios, entonces puedes invertir en servicios municipales dentro de un área sin alterar el precio de alquiler o compra, de forma que las personas residentes en dicho área se benefician de un entorno al que antes no podían acceder y, al tiempo, no se ven expulsadas sus clases bajas.

Que no te la cuelen, el problema de la gentrificación no es la restauración de un entorno degradado: es un sistema capitalista que comercia con un bien de primera necesidad que debería estar blindado.

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