Vas circulando con tu #coche y ves un cartel informativo sobre los aparcamientos cercanos y su actual ocupación. Es, sin duda, un gesto bienintencionado del #ayuntamiento para informar a los conductores y con ello reducir el tráfico de agitación, es decir, gente dando vueltas con su coche. ¿No?
...
...
¿NO?
Hoy vamos a explicar por qué la información vial, lejos de ser neutra, suele incentivar el uso de #automóvil privado. ¡Dentro #hilo !
Vamos a cambiar de modo de movilidad un momentito. No todo son coches.
Un usuario de #SillaDeRuedas
sale de su casa para ir a la compra, pero uno de cada dos o tres días un conductor aparca sobre la acera, de modo que esta persona se ve obligada a bajar a la calzada para continuar su viaje. Un nivel de riesgo al que no todo usuario de silla de ruedas va a exponerse.
¿El resultado a largo plazo? El no saber con certeza si la vía estará despejada o no hace que esta persona usuaria de silla de ruedas decida no seguir esa ruta o, peor, opte por hacer pedidos a domicilio para evitar trayectos por una ruta incierta.
La entrevista en cuestión es esta, y en ella se esboza la importancia para los usuarios de [cualquier modo] de tener un nivel mínimo de certeza sobre la hora a la que podrá llegar a su destino, la frecuencia del transporte o la facilidad de desprenderse del vehículo una vez allí:
https://www.eldiario.es/madrid/somos/ingeniero-quiere-revolucionar-movilidad-madrid-habra-igualdad-oportunidades-privilegios_1_10198130.html
Que, por cierto, por eso es tan importante contar con aparcamientos para bicicletas en destino: no saber qué hacer con la bicicleta una vez se llega a donde se quiere ir es uno de los motivos de peso por los que la gente no la usa.
Y esto guarda relación con el tema de los carteles de los aparcamientos.
Este letrero aumenta el uso del coche incluso si los aparcamientos están repletos, porque ofrecen información fiable ANTES de que el conductor llegue al destino de que tendrá que desviarse a aparcamientos alternativos. Incluso con métricas aparentemente desfavorables a la conducción, los letreros ayudan a que más gente opte por el coche.
Lo mismo pasa en el transporte público: si sé que mi autobús se retrasa, igual me subo a otra línea, uso el metro o voy caminando a otra parada.
La información vial no es neutra, y tiende a favorecer el modo del que informa.
De hecho, si una ciudad persigue desincentivar el uso del coche o la moto, lo mejor que puede hacer es evitar dar información sobre dónde se puede aparcar o cuáles son las condiciones. Aumentar la incertidumbre de forma que no sea posible conocer a priori si será o no fácil llegar o aparcar.
Una ciudad que persiga reducir la contaminación estaría quitando desde ya esos carteles, y evitaría compartir información en tiempo real sobre atascos en carriles convencionales, porque permiten a los conductores buscar rutas alternativas en coche.
Cosas contraintuitivas de la vida.
Cuando un conductor sabe con muy alta seguridad (y a menudo antes de salir de casa) que podrá aparcar su coche en la puerta del destino, adivinad qué movilidad va a elegir para acudir allí. Tampoco es muy difícil: elegirá aquella más conveniente y segura/fiable.
Un letrero que informa sobre el número de plazas aporta el tipo de información ideal para que la gente que esté pensando en usar el coche use el coche. Y esto no reduce su uso, lo aumenta.
Por el mismo motivo, una ruta de autobús sin carril protegido que se vea continuamente atascado por coches supone desincentivar la movilidad en transporte público.