Un reciente análisis de modelos climáticos concluye que para 2100 la circulación de retorno meridional del Atlántico se desaceleraría un 42 %.
🌊 Esto afectaría significativamenta la vida en los océanos por la falta de nutrientes y disminuiría la capacidad de los océanos de secuestrar carbono.
Para entender más del tema, recomiendo este artículo de Elena Domínguez publicado en Nibö: